Visitando la vicaria de San Salvador - parte final

La iglesia del Calvario: del abandono a la ilusión

En mi último blog, nos quedamos frente a una iglesia del Calvario todavía ahogada por el mar de vendedores ambulantes, que no permiten divisar la iglesia

Agobiada por la actividad caótica de un mercado que desde la Colonia siempre ha estado en esta parte de la ciudad.

 Con una parroquia que por lo menos desde la República delimitó el inicio del mercado y el cementerio.

Una iglesia que bajo su cansada mirada observaba al mar de vendedores destrozar el urbanismo de una ciudad que se moría lentamente del infarto de las ventas callejeras.

Su entrada a muchas veces obstaculizada por los vendedores hacía que entrar a ella fuera un acto de fe y cruzar un portal a otro tiempo

Y luego una semana después de mi caminata, sucedió un milagro: las autoridades finalmente lograron desalojar a los vendedores.

De la nada surgió un nuevo espacio amplio, cual ruina romana,  donde se mira los vestigios de un intento de urbanismo que ahora parece revivir.

Con asombro y maravilla vi por primera vez al espacio que separa la iglesia del Mercado #1. No recuerdo haber visto la fachada del mercado, ni siquiera de niño. Esto es para mi raya en la fantasía.

Liberada del mercado, finalmente se aprecia el neogótico de mi iglesia preferida en San Salvador.

Incluso la calle lateral fue limpiada y pareciera que mis abuelos y bisabuelos me llaman a visitar lo que fue su iglesia parroquial por muchos años.

Construida en 1927 por los somascos en un estilo neogótico, no tiene la majestuosidad de las catedrales europeas o incluso el esplendor de la catedral de Santa Ana.

Pero lo que realmente impresiona es que se trata de la iglesia ritual de San Salvador. Donde casi a cualquier hora se encuentra uno a devotos feligreses rezando o participando de alabanzas o incluso letanias típicas.

Las tradiciones el niño de Atocha vigilando las estaciones del via crucis o bien una bendición del hogar poco ortodoxa con frijoles, arroz, maiz, trigo y otras cosas

O bien la tradición de tocar con el ramito de palma al manto del señor en Domingo de Ramos, dan claras muestras de un sincretismo propio y que amerita ser visto y reconocido por lo capitalinos.

Honestamente me siento transportado más a otro tiempo que a otro lugar. A un época más religiosa, de un pasado claramente católico donde el cinismo materialista no era la fe imperante.

Como si no fuera suficiente, las estaciones del via crucis que se encuentran colgadas en toda la iglesia son obras en marmol de una calidad artística superior.

Les invito a visita a esta escultura de la Verónica limpiando la faz del Nazareno y ver el detalle de la faz en el paño de la mujer.

 La exquisitez del escultor italiano no tiene comparación en el pais... tal vez solo comparables con las estatuas en cementerio de los Ilustres

A traves del Mercado y el cementerio de los Ilustres

Atravesando un Mercado Central que poco a poco parece regresar a algún tipo de orden

Llegamos al Mercado #10 luego de un par de cuadras. Es interesante que finalmente se puede ver la estatua a la vendedora ambulante, esquina opuesta a la entrada del cementerio.

Un cementerio que accidentalmente termina siendo la Gliptoteca Nacional. Las joyas escultóricas escondidas aca no dejan de sorprenderme cada vez que vengo de visita.

Donde las estatuas vigilan silenciosas y observan como la ciudad olvida una de sus mejores colecciones de esculturas y obras funerarias.

Cruzando el cementerio y caminado un par de cuadras llegamos a la modernista iglesia del Perpetuo Socorro.

Construida en forma de barco/arca de Noe, tiene un arquitectura modernista de los años 50 y 60 de gran belleza estética

Sobresale la iluminación con vitrales de vivos colores 

y diseños extremadamente abstractos

De pequeño siempre pensé que este era un cohete espacial que no terminaba de despejar. De adulto siempre pensé que parecía más a un minarete, que a un campanario católico llamando al culto.

Con este se termina un recorrido de varios kilómetros alrededor de las iglesias más emblemáticas de la ciudad. Recomiendo una o dos a la vez, para mayor deleite.

Obviamente hace falta al sede de la vicaría que la catedral metropolitana dedidaca al Divino Salvador del Mundo, con su cripta de Monseñor. Pero eso es mejor para otro blog